miércoles, 23 de enero de 2013

Insomnio.

A veces no puedo dormir, otras tampoco. Es que cada noche doy vueltas en mi cama imaginando que estás aquí, que me abrazas, que me das un beso de buenas noches y te vas. Sólo tengo tu perfume. A veces eso basta, y a veces me desespero al pensar que no puedo salir corriendo a abrazarte, a besarte y a gritarte que ¡te necesito! Saber que estás ahí, para mí, y que me lo recuerdes a cada momento me hace sentir el calor que tanto extraño. ¡Pero no me basta! Necesito el tacto de tus manos, entrelazarlas con las mías, y tus labios también, y tu mirada... ¡esos ojos! Con esos ojos me bastaría para volar un rato.Pero en fin... es hora de dormir (o al menos de intentarlo). Contaré los días para tenerte aquí, aunque no tengo idea de cuándo pueda pasar eso... Mi corazón se emociona al presentir que será pronto, muy pronto, aunque me da miedo estar equivocada. Te siento cerca a diario, pero espero tenerte muy pronto. O me voy a volver loca.

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