Ámame el tiempo que nos quede. Que si es mucho o que si es poco, ¿eso qué más da? Que sea tiempo del bueno, donde no importe cuántas hoja caigan, cuántos recuerdos se lleve el viento, cuántos huracanes toquen tierra. Que sea tiempo suspendido entre el amor y el olvido, tiempo donde sólo importe nuestra mutua existencia. Deja de ser tú para que seamos nosotros, para caminar juntos y tropezar como dos locos con el azar, burlarnos de él y del mundo. Y te daré todo todo, para no llevarme nada nada. Para vaciarme antes de partir, para quedarme aquí.
Dame todo lo que tengas. Sólo a mi. No exijo demasiado, no pido una eternidad. Sólo pido todo, pero por tiempo limitado.
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