En noches tristes, como esta,
veo la luna y me reconforta. Es tan bella, tan mística, que me da tranquilidad.
Pero no sólo es eso; su hechizo lo acompañas tú. Pensar en ti, ver la luna,
todo junto le da un toque especial a la noche. Gracias, luna… y gracias a ti
por convertir mi oscura noche en magia pura.
Me recordaste a Jaime Sabines con su poema la luna.
ResponderEliminar"La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir..."
Soy una inmensa fan de Sabines :)
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