viernes, 26 de diciembre de 2014
Lejano atardecer.
¿Cómo se habrá visto el atardecer desde la playa? Naranja, rojo, azul y negro. ¿De qué color, de qué textura? Lo imagino reflejado en tu piel, en tus ojos, rozando tus pestañas mientras se lo tragaba el mar. Cada detalle, lo imagino perfectamente desde aquí, dándole otro sorbo al té, pasando a otro capítulo de mi libro. Lo imagino mientras pienso en tus manos, y recuerdo cómo se sienten contra las mías. Y deseo que esta noche pase pronto, y la siguiente, así hasta tenerte a mi lado de nuevo. Porque son pocas las horas que hemos estado aparte, pero creo que cada vez es más difícil y te extraño más. Porque ahora, mi ansia tiene tu nombre y mi desesperación tus apellidos.
sábado, 19 de julio de 2014
Incertidumbre en una silla.
Solo sé que te amo. Y de una manera tan inmensa, tan necia, tan desesperada, que a veces no es vista con buenos ojos. No tengo miedo de perderte, y me aferro a nosotros porque somos imperfectamente compatibles. Casi nunca estamos de acuerdo, lo sé, pero ¿acaso no es eso lo que encierra nuestra magia? Tú me amas y yo te amo. Yo te tengo paciencia, y tú pones a prueba la mía, así funcionamos. Confío en que no hay nada que el amor no arregle, confío en nuestro amor que puede hacer cosas maravillosas. Confío en ti. Pero creo que no confío en mi. ¿Qué va a pasar conmigo cuando no tenga a quién amar? Mi vida sin amar no tiene chiste. Sin amarte, sin abrazarte, sin pasar las noches pegada a tu nariz. Pero aún así, no cambiaría nada en este mundo por lo que me ha hecho sentir un segundo de tu rabia, de tu amor, de tu pasión.
Maldita incertidumbre de qué va a pasar. Malditas sean las horas de tormento y malestar.
Y es que mientras más pasa el tiempo, más dudo, más me cuestiono si el fin es inminente, si debo apresurar el fin.
Maldita incertidumbre de qué va a pasar. Malditas sean las horas de tormento y malestar.
Y es que mientras más pasa el tiempo, más dudo, más me cuestiono si el fin es inminente, si debo apresurar el fin.
domingo, 11 de mayo de 2014
Como agua de mayo.
Dime las palabras que calman mi tormento.
Numera las razones, que sea un juramento.
Lléname de estrellas que borren el pasado.
Haz que mis angustias sean un mal olvidado.
No bastan dos palabras, son necesarias más.
Me caen a cuentagotas, se atoran al pasar.
No dejes que me duerma añorando aquellos días,
ni dejes que amanezca sin que antes me sonrías.
Tómame. Vacíame, relléname otra vez.
Mátame. Asfíxiame, acaríciame la piel.
Haz polvo mis migajas, pégalas otra vez.
Y déjame tu aroma, déjalo en mi cuello hasta que vuelva a amanecer.
Numera las razones, que sea un juramento.
Lléname de estrellas que borren el pasado.
Haz que mis angustias sean un mal olvidado.
No bastan dos palabras, son necesarias más.
Me caen a cuentagotas, se atoran al pasar.
No dejes que me duerma añorando aquellos días,
ni dejes que amanezca sin que antes me sonrías.
Tómame. Vacíame, relléname otra vez.
Mátame. Asfíxiame, acaríciame la piel.
Haz polvo mis migajas, pégalas otra vez.
Y déjame tu aroma, déjalo en mi cuello hasta que vuelva a amanecer.
lunes, 14 de abril de 2014
Noches de eclipses rojos.
Uno, dos, pasan los minutos. Las teclas vuelan y mis ojos se
quieren cerrar. La luna está arriba, me espera en el patio, y la quiero mirar. Pero
no puedo. Tengo tanto sueño… sueño del futuro, de lo que pueda estar pasando un
día como hoy dentro de unos seis años. ¿Estarás conmigo? ¿Veremos otros
eclipses uno junto al otro? Quisiera preguntarle a la luna. Ella siempre ha
observado nuestra historia. Pero ella ríe; de seguro está riendo mientras ambos
queremos verla coloreada. La cosa con la luna es que siempre me ha parecido
fascinante, y como si fuera un espejo de mi alma, siempre influye en mi buen o
mal humor. Cada noche, antes de dormir, la veo a través de un cachito de
ventana y me susurra “hasta mañana”. Y luego me dice que te llevará mi beso de
buenas noches para que puedas dormir bien. Tal vez los días que no puedes
dormir, es porque está tan ocupada repartiendo besos entre otros amantes, y no
le da tiempo de colarse por tu ventana, tal vez no nos es fiel, tal vez no es
exclusivamente nuestra. Pero es que siempre ha sido tan misteriosa… Y tal vez un día ya no tendré que pedirle que
sea mi mensajera, y esa misma luna se colará por una misma ventana, mientras
juntos la contemplamos en la misma cama, deseándonos en persona el mismo “buenas
noches” que podríamos compartir día tras día, en la misma vida.
lunes, 24 de febrero de 2014
Las siete maravillas del mundo
Las siete maravillas del mundo:
Sus perfectas cicatRices
sus Ojos,
su sensibiliDad,
verlo tRabajar,
su rIsa,
bailar con él de madruGada,
verlo dOrmir.
Sus perfectas cicatRices
sus Ojos,
su sensibiliDad,
verlo tRabajar,
su rIsa,
bailar con él de madruGada,
verlo dOrmir.
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